No pediré perdón por mi mutismo,
ni cuenta rendiré de mis ausencias.
Yo también recibí balas de olvidos,
que sangré en la paz de mi silencio,
pero no cargo deudas a la espalda,
de féretros de sombras extinguidas
que me lastren los pasos por la senda,
ni a mí me debe nadie, por supuesto,
un sinfín de palabras aguardadas.
Tampoco colecciono soledades,
ni siquiera abandono tras mi niebla
la hermosura sin par del arco iris
Soy políglota, sí, de mis silencios
que me suscribo, errante en el camino,
lanzando relámpagos desnudos
de árida y anoréxica cordura,
pero siempre aferrado en mis vaivenes
a la utopía florecida de mi credo.
Profeta al otro lado del espejo,
en una exhibición de compromiso
con palabra serena y la voz firme
critico a los glaciares su bulimia
y les cuento de selvas y de playas
que habitan más allá del horizonte.
Mas pronto regreso, resignado,
a esta locura, a este silencio añejo
que sin tardar devora a mi osadía
y desde él recompongo mi lenguaje
porque sólo el silencio, os lo aseguro,
es morada de todas las palabras
y se habla igual en todos los idiomas
© Antonio Urdiales Camacho ~ ® 11 Enero 2008
ni cuenta rendiré de mis ausencias.
Yo también recibí balas de olvidos,
que sangré en la paz de mi silencio,
pero no cargo deudas a la espalda,
de féretros de sombras extinguidas
que me lastren los pasos por la senda,
ni a mí me debe nadie, por supuesto,
un sinfín de palabras aguardadas.
Tampoco colecciono soledades,
ni siquiera abandono tras mi niebla
la hermosura sin par del arco iris
Soy políglota, sí, de mis silencios
que me suscribo, errante en el camino,
lanzando relámpagos desnudos
de árida y anoréxica cordura,
pero siempre aferrado en mis vaivenes
a la utopía florecida de mi credo.
Profeta al otro lado del espejo,
en una exhibición de compromiso
con palabra serena y la voz firme
critico a los glaciares su bulimia
y les cuento de selvas y de playas
que habitan más allá del horizonte.
Mas pronto regreso, resignado,
a esta locura, a este silencio añejo
que sin tardar devora a mi osadía
y desde él recompongo mi lenguaje
porque sólo el silencio, os lo aseguro,
es morada de todas las palabras
y se habla igual en todos los idiomas
© Antonio Urdiales Camacho ~ ® 11 Enero 2008