jueves, 22 de enero de 2009

Para mi victoria sin laurel, o tu derrota















Se te había quedado ciega la cordura,
y en tu victoria sin laurel
o en mi derrota,
ya no hallabas espacio para el tiempo
ni corazón para otra puñalada.


Y así
ensangrentado aún de palabras,
para no barrenar en tus dolores
rendí mi sufrimiento a tus miserias,
envainé
en la tímida sombra de un suspiro
los verbos que a tu pecho destinaba,
y abatido
como un jirón de nube
en el cárdeno viento del ocaso,
para mi victoria sin laurel
o tu derrota,
te obsequié todo el campo de batalla.


© Antonio Urdiales Camacho ~ ® Agosto 2006

19 comentarios:

"Yo En Resistencia" dijo...

Amigo...excelente poema, sin duda, por lo tanto pido autorizacion suya para otorgarle con sumo placer los premio al blog con huellas 2008 y Dardos...si acepta entonces debo pedirle que entre a la siguiente direccion de http://libelulaviviente.blogspot.com y copie las dos imagenes de los premios, pero poniendoles un enlace a mi pagina, la intencion es dar a conocer los blogs de quien lo otorgan, asi mismo puede otorgar los mismos a sus blogs amigos que considere pertinentes pidiendo hagan el enlace para el suyo

En espera de que los acepte


Con aprecio

LIBELULA VIVIENTE

Anónimo dijo...

Te parecerá una tonteria , pero tu poema me ha hecho pensar en que no todas las personas en el mundo son buenas. Me ha gustado , pero me ha sabido a poco. A ver si me animo y te mando un correito a alguna de todas esas cuentas que tienes, aunque yo soy muy torpe con esto de internet.
Un saludo y bon dia, anónima divertida

Marian Raméntol dijo...

Ya conocía este poema, me pareció excelente entonces como sigue pareciéndomelo ahora.

Mi abrazo
Marian

Antonio Urdiales dijo...

Hola Libélula

En primer lugar muchas gracias por tu visita y por los premios que has tenido a bien otorgarme, aunque uno de ellos ya me había sido otrogado por mi amiga y poeta ana Muela, como hago constar en el apartado de premios de mi blog y donde, convenientemente y siguiendo al pie de la letra tus instrucciones, he colocado el "Huellas 2008".

En segundo lugar, muchas gracias, también, por la valoración que haces de mi poema.

Nos leemos. Un abrazo.

Antonio

Antonio Urdiales dijo...

Anónima divertida.

Gracias por traerme el aroma a azahares en esta tranquila mañana de un sábado algo ventoso pero que luce un sol precioso.

Desde aquí todos mis ánimos paraqeu ese correo que me insinúas se haga realidad, porque no tengas duda alguna de que será bien recibido.

Un abrazo.

Antonio

Antonio Urdiales dijo...

Marian.

Muchas gracias mi querida amiga por estar siempre al lado de mis poemas y encima recordarlos.


Un abrazo y mucha suerte en esa presentación de tu libro "Comiendo pelos como herejía poética" el próximo día 27 de Enero en Barcelona.

Antonio

Paseo de Letras dijo...

Te felicito Antonio por este poema......sin tu permiso, pero espero que con tu aprobación, te he incluido como seguidora en mi blog....para tenerte más cerca y poder leerte más amenudo.
Saluditos

Tania Alegria dijo...

Estimado amigo y admirado Poeta, dejo constancia de haber venido a actualizar mi lectura de tu excelsa poesía.

Con una reverencia me despido para volver pronto.

Abrazos.

Kafda Vergara dijo...

Amigo Antonio, lo que más me toca de este poema es la nulidad que se siente al vivir bajo las leyes de la guerra y de competencia con el otro. No importa los ganadores. Todos salimos perdiendo. Al menos yo siento la vida así.

La única conquista válida, según Sidharta (Ay Dios, ¿lo habré escrito bien?) es la conquista de uno mismo.

Te saluda esta voz solidaria, feliz de poder, al fin, colgarte un mensajito.

Anónimo dijo...

Se va usted a atragantar con tanto aroma. Me alaga leer que mis correos serían bien recibidos, no lo dudo. Lo que pasa es que me he vuelto un poco perezosa y utilizo internet para comunicarme con la gente que quiero y tengo lejos, y para disfrutar de cosas variadas como sus poesias.Le agradezco su confianza, pero como una buena amiga me acaba de decir , yo soy como soy y no puedo ocultarlo.
Un saludo

Zarela Pacheco Abarca dijo...

La cordura se nos ciega a todos en más de alguna oportunidad, cuando se le ciega a otro y nos ataca, es dolor inmaculado, cuando se nos ciega a nosotros también dañamos.
Buen poema, sentimientos encontrados que salen desde el interior de tu espíritu, tan hermosamente escritos, un darse por vencido. Besitos amigo poeta.

Roberto Santanmaría dijo...

Dejando mi humilde huella despues de disfrutar de tu bello espacio poético.

Mi admiración y respeto en un abrazo pleno de amistad.

Roberto

Antonio Urdiales dijo...

Paseo de Letras:

Muchas gracias por pasar y dejar el aroma de tu paso. Sin problemas con lo de que te hayas añadido como seguidora del blog. por mi encantado de recibirte, porque las puertas estarán siempre abiertas.

Un abrazo.

Antonio

Antonio Urdiales dijo...

Tania:

Mi querida amiga, gracias por estar siempre por aquí, mi falta de tiempo hace que a veces tarde en contestar, pero eso no significa que olvide vuestro comentarios.

Un abrazo.

Antonio

Antonio Urdiales dijo...

Kafda:

Mi querida amiga, así es. En cualquier guerra, siempre, pero siempre, ambos bandos salen perdiendo, con lo que Siddhārtha (así lo escribe Wikipedia) tenía razón, esa es la única conquista qeu uno debe efectuar a lo largo de toda su vida.

Besos, mi querida amiga.

Antonio

Maga h dijo...

Antonio, me encantó este poema. dice tantímo y con otras palabras, es diferente.

Gracias por tus generosas palabras en mi blog.
Un abrazo, y también con tu permiso, aquí me quedo.

Antonio Urdiales dijo...

Magah:

Gracias por pasarte, por el comentario positivo a mi poema y por quedarte.

Un abrazo.

Antonio

Unknown dijo...

Viniendo a tu espacio, a través de Patricia Ortiz, un gusto pasar por acà. Se aprende, abrazos desde el Perú, Julia

Antonio Urdiales dijo...

Julia del Prado:

De una forma humilde pero sincera quiero darte la bienvenida a este espacio. Gracias por tus palabras. Un fuerte abrazo para ti y otro para el Perú.

Antonio

A VECES

    A veces, sólo a veces, entre los brazos nerviosos de la espera, mientras surfeo soledades por las áridas dunas de mis pesadillas...