Hoy el alma se derrama
en pena,
rebosa horizontes
perdidos,
fríos universos de
silencios
que me gritan mudos tu
abandono.
¡Qué engañoso es este
mundo!
¡Qué equivocado está
aquél
que embriagado del
néctar de Venus
se sueña eterno en
memoria ajena!
Que es la memoria
olvidadiza,
inconstante, traviesa y
despistada,
que gusta de regresar a
la nostalgia
para acabar perdida
entre las brumas
que ciñe al manglar de
los recuerdos.
Presumida, a veces
hilvana sueños
que envuelve en nubes de
olvido,
o teatrera e ingeniosa,
juega a desandar el
calendario
regresando el tiempo en
los relojes
para soñar arcanos de
posibles
que nunca fueron tales.
Pero hoy, traidora y
cruel,
juguete vengador de la
añoranza,
hurga entre espinas
enquistadas,
desempolva angustias
relegadas
a la oscura sepultura
del olvido
y viola, insaciable, mis
recuerdos
para lanzarme sin piedad
al abismo mortal de tu
silencio.
©
Antonio Urdiales ~ Talavera de la Reina