Lo que me hiere de ti
no son las dentelladas en seco
que incendian verbos de agónicas quimeras
derriban los muros de mi celda
y le arrancan mudos acordes a mi queja.
Lo que en verdad me hiere de ti
es esa aguja fría de silencio
que me clavas sádica en los ojos
cuando escondes al aliento las palabras.
no son las dentelladas en seco
que incendian verbos de agónicas quimeras
derriban los muros de mi celda
y le arrancan mudos acordes a mi queja.
Lo que en verdad me hiere de ti
es esa aguja fría de silencio
que me clavas sádica en los ojos
cuando escondes al aliento las palabras.
© Antonio Urdiales ~ ® Mayo 2006
6 comentarios:
La vida se plasmó en medio de la palabra,
El silencio nos recuerda la muerte…
una agonía es el silencio provocado.
Muy cierto y tremendamente profundo tu poema. Cariños amigo poeta.
Zarela,
Gracias por tu amable comentario y por el seguimiento y la fidelidad que le demuestras a mis letras.
Un abrazo.
Una incisión quirúrjica que casi duele, que casi espanta, de esas que me son necesarias.
Un abrazo
MArian
Marian, mi querida amiga, gracias por pasar y comentar. Nos leemos.
Un abrazo.
Antonio
Maravilloso tu versar Antonio.
Que bueno leer tu poesía, es todo
un placer.
Abrazos.
Lila,
El placer, querida amiga, no lo dudes es todo mío. Sé bienvenida y muchas gracias por tu comentario.
Un abrazo.
Antonio
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